Algunas familias de enanos, llegadas hace siglos de las estepas del norte, no conviven en las ciudades de la profundidad.
Aunque también viven en la montaña, prefieren cuevas más cercanas a la superficie. Culturalmente tienen un comportamiento más cercano a la naturaleza y menos industrial que sus primos kalitas.
Ayudan a los mineros, cazando bestias en los túneles para que la extracción de metales sea más segura. A cambio el rey enano les paga una buena cantidad y designa ingenieros a construir pueblos cromitas y comunicación entre éstos y las ciudades enanas.