Mira, un cerdo volando!!
Al norte, la estepa donde viven las tribus bárbaras se extiende por incontables jornadas de viaje. Más al norte todavía, el gran desierto rojo. Imposible de cruzar debido a las temperaturas, bestias legendarias y tribus que habitan las pequeñas zonas en las que se puede sobrevivir.
Perdida en medio del desierto, un antiguo culto de magos de viento cuida y protege a la última piara/bandada de cochicormios.
Estos animales se alimentan de nubes, vuelan durante semanas y en las raras ocasiones que duermen, lo hacen en cimas de altas montañas. Su comida favorita es la nube de tormenta de desierto. Cuando se alimentan de ellas, entre sus deposiciones se pueden encontrar raramente gemas de Cochicornita, las únicas que soportan ser encantadas con hechizos de máximo nivel.
Tienen la costumbre de cagar después de dormir, así que para encontrar la Cochicornita debes seguir a un cochicornio hasta que decida descansar y luego buscar por la montaña
Alguna vez las crías de cochicornio se desorientan y vuelan algunos días fuera del desierto sobre la estepa o los mares que la rodean, por eso la expresión «mira, un cerdo volando» no tiene el mismo sentido para ellos.